RIGOBERTA MENCHÚ TUM
Rigoberta Menchú nació en Uspantán, Departamento de el Quiche Es hija de Vicente Menchú Pérez y Juana Tum Kótoja, dos personajes muy respetados en su comunidad. Según su autobiografía, su padre fue un campesino desposeído y activista en la defensa de las tierras y los derechos indígenas y su madre, Juana Tum Kótoja, indígena experta en los saberes de los partos (tradición indígena pasada de generación en generación, por lo general realizada en zonas rurales donde no llegan los servicios médicos).
Según su propio testimonio, desde muy pequeña conoció las injusticias, la discriminación y la explotación a la que son sometidos los indígenas que viven en la pobreza extrema en Guatemala. Comenzó a trabajar en una finca de café a los cinco años, en condiciones tan pésimas que fueron la causa de la muerte de hermanos y amigos suyos, así como de la represión de la que fue víctima su comunidad por parte de terratenientes y miembros del ejército de Guatemala.
Desde joven se involucró en las luchas reivindicativas de los pueblos indígenas y campesinos lo que le valió persecución política y el exilio. Destacando así su liderazgo al frente de las luchas sociales en el ámbito nacional e internacional.
Ya adulta participo en protestas contra el régimen militar por sus abusos contra los derechos humanos. La guerra civil de Guatemala tuvo lugar entre 1962 y 1996, aunque la violencia estallo años antes. La violencia la forzó al exilio a México en 1981.
Gran parte de la popularidad de su obra le vino de su libro autobiográfico de 1982-1983 Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, escrito por Elizabeth Burgos a partir de las conversaciones con Rigoberta.
Le fue otorgado el premio Nobel de la Paz en el año 1992 en reconocimiento a su trabajo por la justicia social y reconciliación etno-cultural basado en el respeto a los derechos de los indígenas. En 1998 fue galardonada con el premio Principe de Asturias de Cooperación Internacional, así como un sinfín de reconocimientos que se le ha sido otorgado en pro de su lucha por la justicia y la equidad.
Semblanza de su Vida Como Luchadora Social
- Desde los diez años participo como maya y como catequista católica en actividades religiosas en su comunidad.
- A los 19 años, en 1979, comenzó a militar en el Comité de Unidad Campesina (CUC), mientras el ejercito nacional llevaba a cabo su campaña de "tierra arrasada" contra la población sospechosa de pertenecer a la oposición armada. En 1981 pasa a formar parte de la Representación Internacional de la organización; más tarde, en 1986, ingresa a la Comisión Nacional de Coordinación del CUC.
- En el año 1982 participo en la fundación de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca, RUOG, de la que formo parte de su dirección hasta 1992.
- Rigoberta salió del país y se refugio en México a los 21 años, donde fue acogida en Chiapas por el obispo Samuel Ruiz García. Al año siguiente volvió a Guatemala, pero muy pronto tuvo que refugiarse en Nicaragua y luego otra vez en México.
- En 1988 regreso otra vez al país; fue detenida inmediatamente viéndose obligada a partir de nuevo al exilio.
- Posteriormente participo en la organización de los encuentros indígenas previos a la conmemoración del quinto centenario de la llegada de los conquistadores españoles a América.
- En 1992, momento en que se cumplen los 500 años del inicio de la invasión, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz, y desde entonces país a dedicarse a actividades en favor de los derechos humanos, fundamentalmente centrada en la defensa de los pueblos indígenas.
- Desde entonces ha desarrollado una amplia labor político cultural, tanto dentro de su Guatemala natal como en el mundo. Su figura se ha agigantado a nivel internacional y es un punto de referencia obligado en el ámbito de la lucha por la dignidad de los pueblos.
- Es una luchadora por la paz, pero entendiendo "paz" no como ausencia de conflictos, como la paz de los cementerios, sino la paz como sinónimo de equidad, de respeto mutuo, de tolerancia. Su lucha, por tanto, es la lucha de todos los que seguimos apostando por otro mundo posible, por un mundo de igualdad y solidaridad.
El Nobel
El Premio Nobel le fue otorgado en reconocimiento a su trabajo por la justicia social y reconciliación etno-cultural basado en el respeto a los derechos de los indígenas, coincidiendo con el quinto centenario de la llegada de Colón a América, y con la declaración de 1993 como Año Internacional de los Pueblos Indios.
Su candidatura fue sostenida por el Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, cuyo país fue visitado por Rigoberta en agosto de 1992. Su recorrida y la campaña Pro Nobel contó con la organización de Ana González (antropóloga) (hija del también antropólogo Rex González) y de Lucrecia Lomban (secretaria de la APDH Quilmes), entre otros militantes y organizaciones humanitarias.
En la lectura del premio, reivindicó los derechos históricos negados a los pueblos indígenas y denunció la persecución sufrida desde la llegada de los europeos al continente americano, momento en que concluyó una civilización desarrollada en todos los ámbitos del conocimiento; también reflejó la necesidad de paz, desmilitarización y la justicia social en su país, Guatemala, así como el respeto por la naturaleza y la igualdad para las mujeres. El discurso en el acto de la aceptación del Premio se encuentra en el sitio Nobel.
Analisis de la Vida y Obra de la Indígena Rigoberta Menchú
El presente análisis está enmarcado en un enfoque pedagógico emancipador, es decir, es un análisis de lo que la vida y obra de la indígena guatemalteca Rigoberta Manchú aporta al pensamiento educativo contemporáneo, no sólo como un ideal digno de poner en práctica, sino que su pensamiento es una voz de justicia, igualdad y libertad para las conciencias de los gobiernos y pueblos latinoamericanos y del mundo entero.
Su infancia y su juventud estuvieron marcadas por el sufrimiento de la pobreza, la discriminación racial y la violenta represión con la que las clases dominantes guatemaltecas trataban de contener las aspiraciones de justicia social del campesinado al que ella pertenece.
Su sensibilidad y justicia social así como su pensamiento político se formaron siendo aún una niña, pues desde su pobreza extrema, necesidades e injusticias que vivió aprendió no a odiar sino a luchar siendo portavoz por los derechos humanos, civiles, sociales, educativos, políticos y económicos a favor de los pueblos indígenas de toda centro y sur América.
En el planeta entero su nombre esta asociado con la reivindicación de los pueblos indígenas y con el llamado a un mundo mejor.
se puede ver públicamente en:
https://docs.google.com/present/view?id=dffdtpt4_54gj2h9zf5&interval=10&autoStart=true
No hay paz sin justicia,
No hay justicia sin equidad,
No hay equidad sin desarrollo,
No hay desarrollo sin democracia,
No hay democracia sin respeto a la identidad y
dignidad de las culturas y los pueblos
No hay justicia sin equidad,
No hay equidad sin desarrollo,
No hay desarrollo sin democracia,
No hay democracia sin respeto a la identidad y
dignidad de las culturas y los pueblos
Grupo # 9: Bracamonte Virginia, Gómez Billy, Quintero Hernando, Lugo Winston, Piñero Jhonnattan.
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